Por Alfonso Velis Tobar
Carletón University, MA
Ottawa, Canadá.
Recuerdo que el primero de los libros de poesía, que leí de un tesón y enorme pasión del poeta uruguayo Mario Benedetty (1920-2009), fue “Poemas de la Oficina”, si no me traiciona la memoria de mi juventud (como si no lo fuera todavía), recuerdo que sin egoísmos, como siempre lo hacía conmigo, dándome a leer a maravillosos poetas, novelistas e ideólogos de la revolución, no solo por educarme políticamente, sino que por enriquecer mi lenguaje, la imaginación de mis facultades creadoras en la poesía, ese mecenas mío, que me daba por esos años a conocer a decenas de poetas, como Benedetti, era nada menos, que el poeta revolucionario Alfonso Hernández (1948-1988), muerto en combate contra la dictadura militar, en un enfrentamiento armado en Guazapa en Noviembre de 1988.
El poeta Alfonso Hernández, allá por los 70s, por eso de las casualidades en el bregar de la poesía, había creado conmigo una hermandad muy grande. Por eso pude, darme cuenta de sus actividades revolucionarias, al andar jugándose la vida clandestinamente junto a otros de sus compañeros, como Carlos Alberto Menjivar, su jefe de célula revolucionaria en esos instantes. No olvidemos que los años 70s, es una década clave de preparación revolucionaria. El mismo Alfonso cuenta en sus narraciones literarias, de sus actividades revolucionarias de esa época. Cuenta que también anda conformando en sindicatos de obreros y campesinos, las bases de la organización revolucionaria, como sabemos, ésta estallaría en los 80s.
Cuento esto aunque no viene al caso, por qué asocio la imagen del poeta Mario Benedetti a la imagen del poeta Alfonso Hernández, porque, hoy que pretendo hablar de la muerte del poeta Benedetti, fue precisamente gracias a Alfonso, quien me dio a conocer su poesía por primera ves. Ambos poetas con su humanismo y sensibilidad, me hicieron ver a través de la lectura, los momentos de tensión y violencia político revolucionaria que se vivía por esa década en mi país, años de mucha represión militar, sus cuerpos de seguridad andan buscando subversivos o comunistas. También por la época en que conocí a Benedetti, asocio a Menjivar, porque según supe después, que como gran lector de literatura que era, fuera él mismo, quien daba los libros de Benedetti a Alfonso y al juntarse de vez en cuando conmigo me los pasaba para su lectura; por eso los asocio entre los milagros de la poesía misma, como personajes históricos que se cruzan en mi espíritu creador.
No olvidemos que también el poeta Benedetti fue tildado por la dictadura militar uruguaya, como un poeta comunista y perseguido por el dictador Juan Maria Bordaberry hacia los años de 1972, no obstante Benedetti estuvo en varias ocasiones exilado para salvaguardar su vida. Lo mismo vivió el poeta Alfonso, que siempre fue venadiado por los cuerpos de seguridad y escuadrones de la muerte. La poesía de Benedetti desde el primer instante me deslumbró, me alucinó, no solo por su forma desenfrenada en su lenguaje, poesía libre, muy parecida, apegada al estilo del francés Jacques Prevert, con cierto simbolismo de Rimbaud, Baudelare, Vallejo, por sus fascinantes metáforas, por lo conceptual de sus imágenes. Temática poética, que denuncian la injusticia humana y social. Por esos días, su poética me hacía vivir e inspirarme en los instantes de tensión violenta que vivíamos en el país; una poesía humana, comprometida con la causa de los pobres, los obreros, los campesinos, una poesía revolucionaria. Después Alfonso Hernández me fue pasando esporádicamente cada uno de los libros de Benedetti, como: “Sólo mientras tanto”; y otro: “Poemas de hoyporhoy”; y otro: “Noción de patria”; y otro: “Próximo prójimo”, “Gracias por el fuego”, por último me devoré “La casa y el ladrillo”, cuyos años de edición ya no los recuerdo. Alfonso me obligaba a escribir sobre cada libro, un comentario de interpretación sobre la poesía de Benedetti, en esa forma el hermano me fue introduciendo a razonar con sentido critico la poesía y aquí podemos ver con mi disciplina de estudio los resultados y por supuesto mi formación académica en la literatura en universidades extranjeras. Comentarios, que me los hacia pedazos y me felicitaba por algunas partes de los mismos. También entre las novelas cortas y biográficas del poeta Benedetti, que me impresionaron por su técnica narrativa, elaborada en verso libre, fue “El Cumpleaños de Juan Ángel”, publicada en 1971, narrada en secuencias de “flashbacks” en que describe las actividades de la guerrilla urbana en Montevideo. Posteriormente pude conocer una antología recopilada y con notas del poeta que titula: “Poesía Trunca”, publicada por Casa de las Américas, pudiendo así conocer, de todos los poetas latinoamericanos asesinados, secuestrados, torturados en cárceles por su militancia y poesía al servicio del pueblo. Ese libro me inspiró a crear una antología hasta hoy por mi negligencia, inédita en mi gaveta, que se titula “Mester de Rebeldía”(Poetas mártires de la revolución salvadoreña), en mi investigación recojo datos y poemas, actividades de militancia de la mayoría de nuestros poetas que han caído en diversas circunstancias heroicas de su vida, combatiendo con las armas en la mano por la revolución, bajo la dictadura militar salvadoreña y escuadrones de la muerte. Después durante mis años de estudios universitarios, pude leer, consultar y aprender mucho de los ensayos críticos del poeta uruguayo.
Mario Benedetti, nació en el Paso de los Toros en 1920 en Uruguay. Su obra extensa abarca la poesía, la narrativa y el ensayo. Una lágrima de tristeza vino a mis mejillas cuando me di cuenta de la muerte del poeta acaecida en este mes de Mayo del 2009, después de muchas dolencias y en el instante mismo, vino la imagen sonriente de Alfonso Hernández, quien me abrió el camino para conocer a este maravilloso escritor y el compa Alfonso, lo conoció a través de Carlos Menjivar, por eso los asocio. Benedetti, quien además de poeta, escribió novelas, cuentos, teatro y un gran número de excelentes ensayos críticos y entrevistas donde trata los problemas políticos y la función de la literatura de militancia en Latinoamérica. Viajó mucho por México y Cuba, donde muy a menudo sirvió de jurado en el Premio Casa de las Américas, desde 1967 a 1969 vivió exilado en Cuba, donde dirigió el centro de investigación literaria de CASA y entabló una cercana amistad con el poeta Roque Dálton (1935-1975). Fue miembro del staff de la publicación de izquierda “La Marcha”, además estando en su país, fue líder del “Movimiento Independientes 26 de Marzo”, parte del “FRENTE AMPLIO”, una coalición formada para hacer frente a la oposición del régimen militar, dictatorial uruguayo. Fue suerte encontrarme con dos de sus poemas escritos a últimos días de su muerte, veámoslos:
“EN EL BREVARIO DE LA NOCHE”: Quiero quedarme en medio de los libros/ vibrar con Roque Dálton con Vallejo y con Quiroga/ ser una de sus páginas/ la más inolvidable/y desde allí juzgar al pobre mundo/no pretendo que nadie me encuaderne/ quiero pensar en rustica/con las pupilas verdes de la memoria franca/en el breviario de la noche en vilo mi abecedario de los sentimientos/sabe posarse en mis queridos nombres/me siento cómodo entre tantas hojas/con adverbios que son revelaciones/ silabas que me piden un socorro/adjetivos que parecen juguetes/quiero quedarme en medio de los libros/en ellos he aprendido a dar mis pasos/a convivir con manas y soplidos vitales/a comprender lo que me crearon otros/y a ser por fin/ este poco que soy. OTRO DE SUS POEMAS ES: “MENTIRAS PIADOSAS”: vaya uno a imaginar en donde y cuando/el tiempo se hará polvo en la espesura/mientras tanto avanzamos y avanzamos/con las manos atadas inexorablemente/en un sueño más o menos terroso/si al fin llega el clásico amanecer/con sus destellos de otras temporadas/y ya sin dudas ni estupores/sabemos que las manos están libres/y los dedos se atreven con la gimnasia sueca/no está mal admitir que palpitamos/y meternos la muerte en el bolsillo/después de todo si después de todo/es la mentira más estimulante/que nos decimos sin proferir hurras/y la felicidad consiste en eso/en creer que creemos lo increíble.
Los anteriores son los finales versos del poeta Mario Benedetti, de su último libro que dejó titulado como: “BIOGRAFIA PARA ENCONTRARME” que la Editorial VISOR publicará en su homenaje póstumo. Según últimas noticias Benedetti fue enterrado hoy martes 19 de mayo del 2009 en el Panteón Nacional de Montevideo, Uruguay, después de recibir los honores oficiales del gobierno, de amigos, familiares y de su querido pueblo. Mario Benedetti y Alfonso Hernández, dos poetas latinoamericanos, luchadores revolucionarios, que siempre seguirán viviendo y cantando. 18/05/09.
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